A lo largo de los años hubo un incremento en el acceso a bienes y servicios culturales. Los días del patrimonio, el éxito de Teatro a Mil y franquicias tributarias para el financiamiento de obras permitió también una mayor y más variada oferta a la población. El apetito por un nuevo cine chileno y la diversidad de telenovelas abrió otras fuentes de entretención.
La creación del Día del Patrimonio a fines de los años 90 instauró una nueva política pública de acercamiento de la población a las instituciones del Estado. Las visitas tienen una tendencia creciente, incluida la variante "virtual" durante la pandemia.
La cultura popular se ha nutrido de la variedad de historias, personajes y locaciones de las teleseries chilenas. En los años 90 hubo una intensa competencia entre las producciones de TVN y Canal 13, pero luego se intensificó con la entrada de Mega y CHV.
La asistencia al cine revela una tendencia sostenida al alza en el país. Además, en el período se han producido los primeros premios Óscar para dos producciones chilenas.
Tras el fin de la dictadura hubo un período de "apertura cultural", para el cual eran necesarios recursos.